Tipo: Yaoi
Clasificación: NC-17
Advertencia: contiene lemon
Comentario de la autora: Pues este no es mi primer fic de Nu'Est
Me gustaría mucho que lo lean, Yo como se darán cuenta escribo Yaoi, mi fic no contiene mucho Lemon, solo un poco -cejas-
Den sus criticas, constructivas por favor y si a alguien no le gusta solo no lo lea y ya m.
The Diary of a Passion Secret
Chapter 1: My life is a mess
“Un día mas de escuela”, era lo que pasaba por mi mente cada vez que escuchaba sonar el despertador a un lado de mi cama, para minutos después dañarme los tímpanos por el agudo grito de mi madre.
“Choi Min Ki, despierta o no llegaras a tiempo”
Esas eran sus palabras todas las mañanas, cuyas decía con todos los tonos musicales que podría existir. Al escuchar esto, no podía hacer más que tapar mis oídos, tallar un poco mis ojos y levantarme lentamente, para no sufrir un mareo como siempre solía sucederme. Me pare de la cómoda y destendida cama, di un ligero estirón a mis músculos y me dirigí al espejo grande que estaba sobre un peinador en mi habitación. Al verme en este, note las horribles ojeras que se apreciaban en mi rostro
“mierda”- bufe molesto-
La verdad ya estaba harto de esto, de que cada día amaneciera con ojeras más horribles que las del día anterior, y todo esto se debía, al estúpido de JongHyun.
Oh, que quien es JongHyun?, verán es el típico chico popular que se cree mejor que los demás, que según todas las chicas de la escuela es el más guapo y talentoso, en realidad no me importa lo que piensen de el las idiotas chicas de la institución, es solo que él en verdad sabe cómo hacer sentir mal a los demás. En fin digamos que simplemente el no me agrada en lo absoluto.
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Camine hasta el baño, era la hora de tomar una ducha, esa que siempre me hacía saber que no todo era malo en el día, me relajaba y tenía cierta magia en mi, que hacía que olvidara todos mis problemas y enojos.
Tarde más o menos 20 minutos en ducharme, 10 en arreglarme haciendo una linda coleta de caballo con mi cabello, un poco de lip gloss en mis labios y mi uniforme de costumbre, esa elegante camisa de manga larga blanca, un chaleco azul marino con botones dorados, un pantalón negro y mis zapatos de vestir negros muy bien boleados.
Tome mi maleta y baje corriendo las escaleras, pues momentos antes había checado que hora seria, dándome cuenta que faltaban 5 minutos para la entrada y ni si quiera había desayunado algo, solo un poco de jugo de naranja que le había quitado a mi madre esta mañana.
Ya estaba en camino a la institución, ella se tomaba la molestia de llevarme a la escuela cada día antes de dirigirse a su trabajo, simplemente era la persona más hermosa y sencilla que había conocido en mi corta vida, me daba consejos y cariños cuando más lo necesitaba –sonreí para mis adentros-
Al fin había llegado.
“a fastidiarme se ah dicho” –se cruzo esa oración por mi mente después de pararme frente la entrada de la institución y abrir la puerta-
Buenos días Ren –dijo el prefecto que se encargaba de vigilar que todos entraran-
Yo solo asentí ante sus palabras cuando divise que Aron, Baek Ho y Min Hyun ya me esperaban sentados en una de las tantas bancas que se encontraban en ese lugar.
Hey hola chicos! –alce una mano en signo de saludo y solté una media sonrisa-
Min Ki! –Dijeron extrañamente todos en coro-
Como han amanecido? –Les mire con una sonrisa de lado a lado, pues no pensaba desperdiciar mi hermoso día-
Oh, yo muy bien, mi madre esta mañana cocino para mi kimichi y eso quiere decir que estoy de buenas –soltó Aron una tonta risa-
-Los demás solo rieron junto con él, y no respondieron mi pregunta, lo ignore-
Muy bien chicos, luego los veo, es que tengo que entrara a clase y…… -no me dejaron terminar cuando todos al unisonó me interrumpieron diciendo-
Si, si, por que eres estudioso y no quieres perderte de nada, ok ya entendimos –dijeron los tres-
Está bien –reí fuerte y Salí caminando de ahí-
Entre a mi aula, percatándome de que aun no había nadie en este, suspire aliviado y puse mi maleta en uno de los asientos de atrás, saque un pequeño espejo y me arregle mi flequillo. De pronto sentí como alguien me lo arrebataba, gruñí molesto y levante mi mirada para poder saber quién era, para darme cuenta que había sido el idiota de JongHyun .
Hey, devuélveme eso! –alce mi voz un poco-
Para que lo necesitas, si eres hombre o no? –dijo sarcástico-
A ti eso no te importa así que dámelo! –al terminar de decir esto, se acerco a mí y me levanto de mi fino chaleco de Prada, chocándome en contra de la pared y acercando su rostro a mi oído-
Min Ki, sabes que no deberías hablarme así –dijo sensualmente a mi oído, pasando su mano libre por mi cintura, para bajar un poco más, hasta mi miembro y tomarlo con fuerza-
Ahh… -di un leve grito de dolor, pues este lo estaba aprisionando-
No me des motivos para que le haga daño a ese fino rostro –quito su mano de mi entre pierna y acaricio una de mis mejillas, de las cuales ya corría una lagrima repleta de odio y coraje-
Déjame en paz –golpetee sus hombros para poder así zafarme de sus manos, pero me era imposible, el siempre había sido más fuerte que yo-
Está bien pequeño –dijo aun en mi oído, mientras me soltaba y salía del aula. Yo solo sacudí un poco mi chaleco y volví a sentarme-
Sin darme cuenta las lágrimas corrían por mis mejillas como tales ríos corren en tiempos de lluvia, me percate de esto y las limpie con coraje, dejando notorias marcas en mi piel, de las cuales me arrepentiría después de un rato.
Toco la campana y transcurrió la primera clase, solo me dedique a poner atención y olvidar lo que había sucedido en la entrada, esa era la razón por la que odiaba asistir a la escuela.
Llego la hora del descanso, eso me causo un gran alivio, porque sabía que vería a mis amigos, reiría y se alejaría mi tristeza, pero más que nada no estaría solo, lo cual me reconfortaba. Salí del aula, para poder encontrarme con ellos, pero por alguna extraña razón no podía divisarlos, es que aun no salían? Me preguntaba a mí mismo.
Bueno, ya llegaran –dije un poco en voz alta-
Me dirigí hacia los baños, llevaba conmigo un pequeño bolso color blanco, en el cual dentro tenía mi móvil, un espejo y el lip gloss que utilizaba para mis labios cortados. Me pare frente al espejo y arregle mi flequillo, saque el lip gloss y coloque un poco sobre mis labiales un poco lastimados por estarlos mordiendo durante la clase, era raro, el baño estaba solo, usualmente era repleto de hombres contando sus gracias obscenas o hablando de chicas, negué ligeramente y seguí con lo mío. Cuando sentí que alguien me apegaba a si con posesividad, se reflejaba en el espejo y me di cuenta de que era JongHyun.
Suéltame! –Trate de zafarme de nuevo, pataleando un poco y golpeando sus muñecas-
Me apretó de nuevo, pero esta vez mas fuerte que la primera.
No te resistas, sé que me deseas –decía de nuevo en mi oído-
Yo no te deseo, nunca en mi vida! –seguía luchando por escapar-
Oh, vamos eh notado el cómo me miras, crees que no me doy cuenta –sonrió hipócrita-
Mordió fuertemente mi cuello, como si estuviera marcándome de su propiedad.
Ouch! –dije levemente, al momento en que me volteaba, haciendo que lo mirara fijo a los ojos-
Tienes un lindo rostro sabias –pellizco fuertemente una de mis mejillas, y se abalanzo sobre mis labios, uniéndolos en un salvaje e inoportuno beso, yo trataba de quitarlo, pero cada vez apretaba mas fuerte su boca contra la mía, de un momento a otro mordiendo mi labio inferior y sacándome un poco de sangre.
Se separo de mí con la respiración agitada y mirándome con satisfacción, como si el haberme besado le hubiera encantado
Eres un cerdo estúpido! –Dije limpiando la sangre que corría de mi labio-
Y tú para ser un chico, eres demasiado lindo y sabes, me gustas –se acerco de nuevo, e hizo que me sentara en la barra que estaba bajo el espejo, haciendo que mis piernas quedaran como abrazándolo por la cintura-
Aléjate de mí! –observe como lentamente acercaba su mano a la cremallera de mi pantalón, traque saliva y cerré mis ojos ante lo que iba a hacer, la verdad no sabía cómo reaccionar, estaba nervioso-
Tu solo déjate llevar –bajo el cierre y comenzó a acariciar mi miembro por sobre la ropa, haciendo que salieran de mis labios un leve gemido-
J…..JongHyun …..No –de un tirón mi cabeza se fue hacia atrás, sabía que no debía dejarme, pero mi cuerpo me decía lo contrario-
Mi pene cada vez despertaba mas ante las caricias del contrario, haciendo que doliera de la excitación. Tomo mi barbilla, me beso y se alejo un poco
Sabía que te gustaría, pero por ahora nos vemos princesa –salió de aquel baño lentamente dejándome así, “despierto”-
The Diary of a Passion Secret.
Chapter 2: What happens to me.
Se quedo ahí completamente pasmado ante lo que acababa de suceder, pues no podía comprender el cómo su cuerpo no le reacciono en el momento, no quería creerlo, no quería aceptar que le había gustado aun que sea solo un tanto, su corazón latía al mil, que hasta pareciera que fuera a salírsele en ese momento del pecho, su respiración era agitada como si terminara de correr un maratón y por si fuera poco estaba lo bastante despierto de su miembro como para que cualquier persona que mirara su pantalón, pensara que fuera una carpa andando.
Aun no se levantaba de la barra de los baños, sus manos y piernas temblaban como tal gelatina recién salida del refrigerador. Sus mejillas se habían tornado de un evidente color carmín, cual tomate recién cortado para vender, saludable y bien fresco.
Se levanto de su pequeña prisión mental a como pudo, sus pensamientos estaban en blanco, completamente idos, cual mente de un pequeño de 6 años. Tal vez había sido de las mejores situaciones existenciales de las que había pasado en su corta vida de 16 años. Se acerco de nuevo a los espejos, para notar horriblemente que su bella, su preciada coleta rubia, la cual se había hecho con mucho esmero esa mañana estaba por sin ningún lado, con mechones por fuera, su flequillo despeinado como si de acabar de despertar se tratase.
Las horas transcurrieron como si el día ansiara en terminarse, como si estuviera desesperado porque oscureciera y amaneciera de nuevo. Eran aproximadamente las 7:30 de la noche, ya que se había quedado en una gran reprimenda en la sala de reportes, por haberse quedado en el baño las últimas cuatro clases y para terminar, el prefecto le había obligado a hacer una tesis sobre lo cual irresponsable, irrespetuoso y vanidoso era, después de eso aun se tuvo que quedar a limpiar las ventanas junto con el conserje, que la verdad le agradaba mucho pues era un hombre mayor muy simpático, gracioso podría decir, comprensivo y serio a la vez.
Mientras que el prefecto era un viejo gruñón con mala cara cada mañana, un horrible mal aliento, su loción era espantosa y acida, pero él creía que era de lo mejor con las chicas, tenía unos lentes redondos y gigantescos que aparcaban su rostro como cual mascara, la verdad no era que lo odiara, solo sucedía que ese hombre le miraba demasiado extraño, era una mirada aterradora llena de perversión, que según el disimulaba demasiado bien, cuando el ya había notado el asqueroso de su visión.
Sus manos le dolían hasta la uñas, no solo por haber tenido que escribir esa tesis a mano, era por haber tenido que restregar las ventanas hasta que no quedara mancha alguna en ellas, en todas y cada una de la institución, cabe mencionar que era una escuela bastante grande como para perderte de un momento a otro si no la conocías, incluso el lo hizo su primer día y como siempre había terminado en la prefectura, rio para sí mismo al recordar aquel buen tiempo en el que no era acosado por JongHyun, en el cual apenas comenzaba a conocer a Aron, Baek Ho y Min Hyun, sus mejores amigos de estos tres años que llevaba ahí.
Al fin salía de las grandes instalaciones de aquella institución, casi a rastras, como zombie, o cualquier trozo de piedra movido muy apenas por el viento, el cual resoplaba como brisa de mar por su rostro. Sabía que su madre no iba a poder pasar por él, la verdad nunca lo hacía, solo lo dejaba y tenía que volver solo como perro sin casa, oscurecía rápidamente y las calles de Seúl comenzaban a tornarse aterradoras, sin mencionar que algunas de ellas no tenían luz o vela que lo alumbrara, solía pasar por ahí todos los días de su estancia en esa escuela, pero precisamente esta noche era extraña, caminaba distraído, sin poder olvidar lo que había sucedido esa tarde del día , su cabeza cabizbaja y su flequillo volando de un lado a otro.
Deseaba con tanto anhelo el poder llegar por fin a su casa, tomar una ducha de agua fría, cenar una comida decente, a lo cual se refería al kimichi que preparaba su madre, y así por fin poder dormir, pero sin antes escribir su anécdota en su diario, era a lo que le tenía más confianza en este mundo, tal vez no era humano y ni escuchaba, pero él no andaría por todos lados divulgando sus secretos, en ese pequeño libro, podía retorcerse de dolor todo el tiempo que el quisiera, llorar de desesperación, y ahogar los gritos más potentes que se pudieran escuchar en el mundo, gritos de frustración.
Faltaban escasas dos cuadras para poder entrara a su casa y descansar como cual muerto en ataúd, abrió sus ojos grandes como dos platos hondos al dislumbrar su hogar frente a él, su mirada se había tornado con un ligero brillo de inocencia y alivio, podría decirse que desde la entrada de aquel portón negro azulado podía oler el rico y apetitoso aroma de una cena recién hecha por las manos que mas amaba en este pequeño mundo, las manos de su madre, que había de suponer ella también no tenía mucho tiempo de haber llegado y descansar.
Apenas y piso la entrada y ya había sacado sus zapatos, pues si mas no recordaba era de mala educación pisar el suelo de su casa con los zapatos sucios, bueno eso era lo que le decía su madre cada vez que no seguía esa regla. Entro con felicidad y entusiasmo ya quería tener esa combinación de sabores surcándole su boca y sus labiales rozadas.
En ese momento, cuando cruzo la puerta de su humilde morada, se topo con la fría y penetrante mirada de su madre, pareciera demonio recién salido del infierno, de sus orejas salía un humo rojo, su respiración agitada, tanto que desde la habitación de arriba podría escucharla.
Bajo su cabeza como si esperara una reprimenda, una mas después de la del colegio, suspiro completamente pesado al saber lo que le esperaba, su madre solo en ciertas ocasiones lo miraba así, se comportaba así, eso solo le descubría que esta noche no cenaría y que se iría castigado a su habitación, termino de entrar con pesadez y dio un salto de susto cuando su madre se levanto del sofá y colgó con brutalidad el teléfono e donde este reposaba.
Donde diablos se supone que estabas Choi Min Ki –exclamo furiosa acercándose a él rápidamente, el solo soltó una risita cínica por el hecho de que su madre mencionara la palabra “diablos” y ella parecía uno de ellos- No te rías de mi mocoso, responde mi pregunta!, que no sabes lo preocupada que estaba por ti, además mírate!, tu uniforme está sucio, estas despeinado y por si fuera poco tus manos pareciera que se quieren caer!, que fue lo que te sucedió hijo mío? –esta respiro profundo colmando su enojo y esta vez se acerco a el y tomo sus manos acariciándolas como tal madre protectora, lo abrazo delicadamente y le dijo al oído- Me asuste de que algo malo te hubiera sucedido. –lo soltó y le regalo un tierno beso en su frente, tomo su mano con cuidado y lo atrajo a la mesa para que se sentara junto con ella para cenar- Ahora sí, dime en dónde estabas Ren?
Coloco una mano tras su nuca y con la que le quedaba libre sostenía su tenedor, jugando un poco con la comida, pues al recordar su fatigador día se le fue de repente el apetito-
Bueno, pues m…me castigaron y me tuve que quedar a hacer una tesis y a restregar las ventanas de la institución –suspiro llevando un pedazo de comida a su boca-
Oh, y puedo saber el porqué del castigo? –Pregunto moviendo su comida de un lado a otro, pues le era más importante la vida de su hijo que el estar cenando en esos momentos-
La verdad preferiría no hablar de eso, es algo tonto y no lo quiero recordar, si? –la miro un tanto entristecido, pues lo único que quería en ese momento era olvidar todo, atragantarse de comida, darse una ducha e ir a dormir- Ahora si me disculpas Omma, iré a mi habitación –se levanto con desgano, arrastrando un poco la silla hacia atrás para poder así salir con mejor espacio-
Está bien pequeño, pero si necesitas algo aquí estaré si? –lo atrajo hacia ella con su mano y dejo un beso en su mejilla- ahora descansa mi bebe, te amo –esbozo una media sonrisa y lo observo alejarse-
Subió las escaleras con fatiga, maldiciéndose por no haber reaccionado en ese momento, además de que sus débiles, tersas, blancas como la nieve y ahora rojas manos, le dolían hasta la coronilla, solo pensaba en ponerse una bolsa de hielo sobre ellas, antes de llegar a su habitación, casi tropieza por culpa un par de libros que estaban tirados por si ninguna lado en el suelo, bufo molesto al notar que había pateado una pequeña libreta color rosa, si mas no recordaba era igual que su libro de pensamientos, entrecerró sus ojos para poder divisar mejor, percatándose de que era la misma.
Corrió desesperado por ella, pues temía que alguien la hubiera leído y enterarse de sus más profundos y oscuros secretos. Camino como alma que lleva el viento a la parte de adentro de su habitación, para tirarse sobre la cama distendiéndola y haciendo que las almohadas cayeran al suelo sin remordimiento alguno.
Miro la hora, eran aproximadamente las 9:00 de la noche, no era muy tarde pero el ya sentía que sus ojos se cerraban sin ningún aviso previo, dio un gran brinco de la cama y se adentro en su ropero para buscar algo de ropa limpia y así poder al fin después de tanto darse la ducha que tanto deseaba.
Dejo caer la ropa por su blanco cuerpo, para que se quedara al descubierto su blanquecina espalda, sus finas piernas, delicadas como cual rosa retoñando, en sus rodillas había unas leves marcas rojizas, de haber estado en cuclillas, su cabello seguía recogido con un listón rojo, posos sus manos temblorosas en su cabello para poder soltarlo y dejar que bailara libre en el agua. Se acerco a la tina y abrió delicadamente la manija del agua, para que esta comenzara a fluir y que así tomara una temperatura un poco cálida, no mucho solo a su gusto.
Al notar que el liquido ya estaba lo suficientemente a su gusto, decidió introducir en la tina una de sus piernas, para minutos después todo su cuerpo. Sentía como el agua calmaba sus músculos contraídos, pues nunca en su vida había hecho tantos trabajos del hogar, aun que no fueran de su casa, un gran y eléctrico escalofrió recorrió su espina dorsal, haciendo que este se estremeciera en un abrir y cerrar de ojos, sentía que la espuma hecha por el jabón le hacia un masaje de lo mas relajante a su tacto, nunca en su vida podría decir, que se había sentido tan relajado.
Cerró lentamente sus ojos para poder tomar una mejor posición dentro del agua, sus cabellos rubios no tan dorados aun no tocaban el agua, seguía intactos, de un momento a otro quedo dormido por unos momentos, haciendo que se resbalara y se adentrara por completo al agua, se levanto de un susto pues pensó que se ahogaría.
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Al fin su baño térmico había terminado, salió completamente relajado de el sanitario, su cuerpo mojado se veía hermoso a la luz de la luna, las gotas de agua resbalaban de él como si fuera seda completamente fina, su cabello húmedo se veía más oscuro, tornándose de un color dorado, completamente hermoso (bueno para mí como escritora e.e-)
Por favor comenten siii?
Usualmente solo escribía sobre Super Junior
Perdonen por hacer los caps muy cortoes es que eh estado un poco ocupada
Los amo <3
y el primero que comente le dedico el sig cap.